יום רביעי, 27 בינואר 2016

Itró, aliah de jueves, Hod en la semana

Itró, aliah de jueves, Hod en la semana. Shemot-Ex. 19,17: "Y sacará Moshéh al pueblo, al encuentro del E-lokím, del campamento; y se pararán en lo bajo de la montaña".
Nuestro padre Avrahám sale de su lugar por la orden Ve-te que recibe del Creador. La sustancia de su acción consiste en arrancarse de su lugar físico; y en profundidad, arrancarse de ese modo de conciencia que incide su entorno sobre él, para elevarse a por sobre el poder de los astros y el destino y las limitaciones terrenas todas, por medio de su apego a la divinidad Una. Cuando él haga así, llegará a la tierra que le mostrará el E-lokím. Seis generaciones después, la situación es completamente distinta: los hijos de Avrahám son multitud imponente, y no pueden soportar en conjunto la potencia enorme de la palabra directa de Hashém; la recibirán, en cambio, por intermedio de Moshéh, el pastor especial y único. El pueblo ya salió del lugar físico de la esclavitud, mas su espíritu no tiene fuerza suficiente para salir sin planes claros y conocidos, sin una dirección precisa, una misión, y un sentido. De modo que al borde de la entrega de la Toráh, ante todo, dirigirán sus pasos al encuentro del E-lokím, y como resultado de ello, advertirán que han sido sacados ya afuera del campamento. "Y sacará Moshéh al pueblo" ("vaiotsé moshéh Et ha'ám" = 974) que está asustado por todos los eventos extremos que le toca vivir, (Bereshit-Gen. 8,11) "y he que una hoja de olivo atrapada en su boca" ("vehinéh 'aléh záit taráf befíha") de parte de Hashém, porque se apiadó de tí (Devarim-Deut. 13,2) "y te dará una señal" ("venatán Eléja Ot") de shalóm, cual a su decir: (Bereshit-Gen. 16,9) "retorna a tu ama" ("shúvi El gvirtéj"), al E-l de las (Tehilim 44,5) "redenciones de Iaakóv" ("ieshu'ót ia'akóv"); porque (Devarim-Deut. 6,21) "esclavos fuimos a Faraón en Mitsráim" ("'avadím haínu lefar'óh bemitsráim"), y visitó Hashém al pueblo (Shemot-Ex. 34,5) "y se paró con él allí" ("vaitiatsév 'imó shám") para salvarle con grandes milagros; y luego les traerá a la tierra de Israel, (Crón.1 23,25) "y morará en Ierushaláim" ("vaishkón birushaláim").
Salís ahora "al encuentro del E-lokím" ("likráT haE-lokím" = 822), y para ello es necesario que por vosotros mismos (Jos. 3,3) "viajaréis de vuestro lugar" ("tis'ú mimkomjém") (Reyes1 11,22) "para ir a tu tierra" ("laléjet El Artsejá"), porque (Is. 64,9) "Tsión, desierto era" ("tsión midbár haitáh") hasta que retornes (Bereshit-Gen. 31,13) "a la tierra de tu matriz" ("El Erets moladtéja"), a la roca de la que fuiste tallado; y no temerás de todos los pueblos que se asentaron allí, porque (Devarim-Deut. 9,4) "Hashém los quita de ante tí" ("Hashém morishám mipanéja"). (Shemot-Ex. 25,26) "Y le harás" ("ve'asíta ló") allí (Tehilim 33,3) "un canto nuevo" ("shír jadásh") para hacer danzar con él al mundo (Shemot-Ex. 14,) "detrás de los hijos de Israel" ("Ajaréi bnéi israEl"), (Sam.2 12,28) "y se llamará mi nombre sobre ella" ("venikrá shmí 'aléha"), (Crón.2 30,26) "y será una felicidad grande" ("vatehí simjáh gdoláh") en todos los mundos. Para ello, por mérito de que me dirijo y conduzco y dirijo a mi corazón hacia El, "del campamento" ("min hamajanéh" = 198) El (Sam.2 22,20) "me rescatará" ("ijaltséni") (Devarim-Deut. 10,4) "en el día de la congregación" ("beióm hakahál"), para conducir a (Job 38,7) "todos los hijos de E-lokím" ("kól bnéi E-lokím") que ya como hijos han advenido ante El, hacia la heredad terrenal y espiritual, pues sólo (Job 34,14) "hacia El reunirá" ("Eláv ieEsóf") a todos ellos.
El primer paso se resume fácilmente: en la etapa de Hajnaáh-asunción, tomar sólo Hashém por autoridad que detenta poder, conducirse al encuentro del E-lokím y sólo al encuentro suyo. En la etapa de la Havdaláh-distinción-discriminación, salir de dentro del campamento y de la conciencia viciada que haya sustento en él. A la hora de la Hamtakáh-endulzamiento, "y se pararán en lo bajo de la montaña" ("vaitiatsvú betajtít hahár" = 1954), (Reyes1 8,29) "para que sean tus ojos abiertos hacia la casa ésta" ("lihiót 'einéja ptujót El habáit hazéh"): porque la casa, el Templo, el punto de conexión revelado del mundo bajo-denso con el mundo superior, no está entre lo real; y los ojos de tu corazón circunciso le contemplarán en su potencia, y dicha visión te será de señal para todas las generaciones, para indicarte aún en la oscuridad el camino por el que te conducirás. Y he aquí que nos incorporamos, para pararnos en formación "en lo bajo de la montaña" ("betajtít hahár" = 1430), [Reyes1 8,60] "para que sea en conocimiento de todos los pueblos de la tierra que Hashém es el (único) E-lokím (deidad), no hay más"; y de ello deducirás que [Prov. 11,28] "el que confía en su riqueza, caerá; y como la hoja (del árbol), el tsadík-justo florecerá", y no errarás, porque grabarás en tu corazón (Devarim-Deut. 31,9) "(a) la Toráh ésta" ("Et hatoráh hazóT") que Hashém te da hoy, y en toda ocasión El devolverá y responderá con su palabra en tu corazón,  (Job 11,5) "y abrirá sus labios contigo" ("veiftáj sfatáv 'imáj").


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