יום שלישי, 19 בינואר 2016

Beshaláj, aliah de miércoles, Netsaj en la semana

Beshaláj, aliah de miércoles, Nétsaj en la semana. Shemot-Ex. 15,18: "Hashém reinará por (todo el tiempo de) mundo y testigo".
El enemigo fue tragado por las aguas del mar: alabanza y gratitud se elevará a lo Alto, de parte de los hijos de Israel. Si nos conducimos sabiamente, nos bastará este exilio para reforzarnos en la fe y la certeza, para tomarnos de la raíz de nuestras almas en lo Alto, en vez de apoyarnos sobre el polvo de abajo; pensar el tiempo desde la finalidad de todo hacia nosotros, en vez de temer cada día por lo que traerá el mañana. Dicho con sencillez, hoy como entonces, tenemos, guardamos un sueño, una visión. La unidad del pueblo -de toda familia, pueblo, congregación- atrae bendición, que es desafío de todos juntos traducir en bien efectivo. 
El apego general a la justicia torna al pueblo hábil y capaz de redención. Ningún ejército vence a la urdimbre celestial del Creador, Hashém, a quien apodan Israel en su canto Ish miljamáh, hombre de guerra, que detenta también todo el rigor.
Es que siempre está dictaminado ya el fin de las guerras de hoy y de mañana. A la postre, no hay nada que sostenga a todo el sistema y que nutra a las fuerzas de bien bajo toda circunstancia, que no la aseveración sencilla: "Hashém reinará por (todo el tiempo de) mundo y testigo" (Hashém imlój le'olám va'éd" = 376), que se cumple a cada instante futuro. Si de modo oculto y misterioso, si (Shemot-Ex. 4,21) "a Moshéh" ("El moshéh") hablará y sólo de él recibiremos, aún si (Vaikra-Lev. 26,34) "en tierra de vuestros enemigos" ("beErets Oiveijém"). Mas en nuestras manos obran las herramientas para ascender hasta la revelación, hasta la conducción y el reinado de Hashém sensibles, (Sam.1 7,8) "por haber clamado a Hashém nuestro E-lokím" ("miz'ók El Hashém E-lokéinu") con todo nuestro corazón al tiempo que (Nej. 4,13) "hombre de su hermano" ("Ish meAjív") recibe sólo bien, porque la conciencia de la unidad se impuso sobre la separatidad degradante; (Bereshit-Gen. 2,21) "y dormirá" ("vaiishán") cada quien con seguridad (Shemot-Ex. 23,18) "hasta la mañana" ("'ad bóker) (Crón.2 29,20) "y se levantará" ("vaiashkém") (Vaikra-Lev. 1,3) "a su voluntad" ("lirtsonó"), porque no hay perseguidor desde dentro, y amenaza de afuera no hay.
Ese es el sueño, la visión. Hashém reinará por siempre, significa que hay (Bamidbar-Num. 25,12) "shalóm" (la paz de la plena armonía) desde los cielos (Jer. 15,10) "para toda la tierra" ("lejól haArets"), sobre la base de (Tehilim 103,4) "piedad-amor y misericordia" ("jésed verajamím") que activamos en la tierra; (Ez. 42,8) "y he que sobre el sagrado de los sagrados" (el heijál, el lugar más sagrado de todos, "vehinéh 'al pnéi haheijál") se besan los mundos en una unión nueva que (Sam.2 7,16) "será firme por siempre" ("ihiéh najón 'ad 'olám"). Pues dijo Hashém: (Devarim-Deut. 4,21) "por vuestras palabras-cosas" ("'al divreijém") buenas, (Tehilim 139,9) "moraré" (revelaré la shejináh, "Eshkenáh"), y aún (Rut 3,5) "haré" de acuerdo a lo que decreta el tsadík; por mérito del "shalóm" cuyo secreto es la piedad y la misericordia en vuestras manos. Y desde el despertar del camino de Hashém de hacer tsedakáh y juicio justo en manos del hombre, Hashém "reinará por (todo el tiempo de) mundo y testigo" ("imlój le'olám va'éd" = 350), (Reyes1 17,24) "y la palabra de Hashém en tu boca" ("udvár Hashém befíja"), verdad para tí todos los días.


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