יום חמישי, 4 בפברואר 2016

Trumah, aliah de martes, tifEret en la semana

Trumáh, aliah de martes, tifEret en la semana. Shemot-Ex. 25,31: "Y harás un candelabro de oro puro, de una pieza se hará el candelabro: su pierna y su nido, sus copas sus botones y sus flores, de ella serán".
Todo hombre de bien está destinado a ser en el mundo como una llama que se eleva con luz propia. Una candela. Un farol. Un candelabro íntegro, de una pieza sola de oro puro sin mácula ni mezcla, idéntico por fuera y por dentro. "Y harás un candelabro de oro puro, de una pieza se hará el candelabro: su pierna y su nido, sus copas sus botones y sus flores, de ella serán" -nuestro verso entero con valor 4922-, al modo de los hombres (Ez. 44,15) "que cuidaron la guardia de mi templo, cuando erraron-cayeron los hijos de Israel de sobre mí: ellos se acercarán a Mí" ("Ashér shamrú Et mishméret mikdashí bit'ót bnei israEl me'alái hemah ikrevú Elái").
El hombre que se purifica hasta que despierte su corazón a la condición de "candelabro de oro puro" ("menorát zaháv tahór" = 924), sobre él está escrito: (Bereshit-Gen. 1,27) "Y creará E-lokím al Adám con su impronta" ("vaivrá E-lokím Et haAdám betsalmó"). El es el que se parará en el coro de los pueblos y la Toráh de Hashém en su mano para anunciar: [Tehilim 118,20] "Este es el portal hacia Hashém, los tsadikím-justos vendrán en él"; a él te apegarás (Devarim-Deut. 4,10) "todos los días que ellos viven sobre la tierra" ("kól haiamím AShér hém jaím 'al haAdamáh"), y cuando descubras la belleza y esplendor de la labor de redención, advertirás que (Shemot-Ex. 18,18) "no podrás hacerlo solo contigo" ("ló tujál 'asóhu levadéja"), y que te es imperioso encender más candelabros con tu luz, más llamas que se elevan con luz propia, pues apenas (Bereshit-Gen. 24,13) "saliste a abrevar aguas" ("iatsáTa lishOv máim") para vivificar con ellas al mundo, y te hallarás generando luz para cada luminaria, (Ez. 45,4) "y templo para el templo" ("umikdásh lamikdásh").
Porque todos son solidariamente responsables uno por el otro, todos son como uno ante el Uno, y para tu redención es necesaria la redención de tu prójimo: "su pierna y su nido, sus copas sus botones y sus flores, de ella serán" (ierejáh vekanáh gvi'éha kaftoréha ufrajéha miménah ihiú" = 1686); y será [Tehilim 76,10] "al levantarse para el juicio E-lokím, para redimir a todos los humildes-modestos de la tierra en silencio (terminante)", (Bereshit-Gen. 41,39) "tras que anunció E-lokím a tí todo ésto" ("Ajaréi hodí'a E-lokím Otjá Et kol zóT"), (Bamidbar-Num. 16,32) "y abrirá la tierra su boca" ("vatiftáj haArets Et píha") para dar testimonio de cuanto caminaste y rodaste sobre ella; y una plegaria en tu boca: [Tehilim 119,173] "Sea tu mano para ayudarme, pues tus órdenes elegí": justamente "elegí" ("bajárti" = 620), porque puse los preceptos de la justicia verdadera a modo de (Ester 2,17) "corona" ("kéter") sobre mi cabeza, para exhibir y revelar y publicitar su esencia de bien expansivo a ojos de todo el colectivo, y por mérito del colectivo que se salva y se libera, me hallo liberado y salvo también yo.

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