יום שישי, 19 ביוני 2015

Koraj, aliah de shabat kodesh, Maljut en la semana

Koraj, aliah de shabat kodesh, Maljut en la semana. Bamidbar-Num. 18,31: "Y lo comeréis en todo lugar vosotros y vuestros hogares, pues salario es para vosotros, a cambio de vuestra labor en el templo".
Los levitas reciben del pueblo su sustento. La labor que cumplen tiene por objeto dar fruto espiritual para beneficio general, y no cuentan con parcela de tierra que sembrar y plantar para producir alimento. De modo que, tras separar ellos mismos de lo que reciben del pueblo todo para los sacerdotes-cohaním, están habilitados a disfrutar de la retribución que se ganaron en el oficio sagrado que desempeñan.
¿A qué condiciones deben sujetarse los levitas para disfrutar de lo que les toca? "Y lo comeréis en todo lugar" ("vaAjaltém Otó bejól makóm" = 1142), pues el acto de comer que se lleva a cabo en aras de mitsváh (de precepto divino), que se realiza con sacralidad, enlazará al sitio en que se lleva a cabo con la sustancia del templo, hasta el punto de elevar cualquier sitio que sea a la categoría de las (Crón.2 33,5) "afueras de la morada de Hashém" ("jatsrót béit Hashém"). Y en este comer hallará el cuerpo su sustento, (Ez. 37,6) "y daré en vosotros espíritu" ("venatatí bajém rúaj"), que el comer físicamente con sacralidad (y para todo hombre y hombre se traducirá en comer sólo alimentos que son kashér, y bendiciendo por ellos antes y después, y dando de nuestro alimento a quien carece de él) alimentará también a sus almas. Y en todo lugar que sea y bajo toda circunstancia, se cumplirá que [Tehilim 25,14] "el secreto de Hashém es para quienes le temen, y su pacto para anunciarles": si con reverencia de gratitud y respeto se constituirá en tí tu sustento, y sabrás siempre que de fuente suprema la recibes, se posará en tí la raíz misma de la sabiduría que es la irAh a Hashém (el temor reverencial y sublime ante la maravilla del Creador), y se cumplirá en tí de modo revelado, pues te reforzará en el pacto de Hashém para ajustarte siempre a una conciencia verdadera.
En apoyo de estas palabras, "y lo comeréis" ("veAjaltém Otó" = 904), ésto es (Crón.2 5,14) "a la morada del E-lokím" ("Et béit haE-lokím"), porque verás en todo lo que llevas a tu boca la misión de rescatar las chispas de vitalidad espiritual sagrada de dentro de la materia, y ello es lo que de verdad incorporarás, y sus desechos dispondrás a reciclar, a continuar en nuevos ciclos su enmienda sobre la tierra; y si estás en la morada de E-lokím se posará sobre tí la supervisión revelada, en términos de "rey que ayuda y salva y defiende" ("mélej 'ozér umoshí'a umaguén"), tal como llamamos al Creador en la primera bendición de la plegaria de Amidáh, tres hasta cuatro veces cada día. Entonces comprendemos que las propiedades y cualidades del lugar se determinan de acuerdo a las del hombre que se halla en él, y los levitas comerán lo que con justicia recibieron del pueblo "en todo lugar" ("bejól makóm" = 238): en toda situación, a la vista de todos, sin vergüenza, pues por derecho propio estás comiendo (Is. 48,1) "y no por tsedakáh-caridad" ("veló bitsdakáh"), y no gratuitamente y no por misericordia de los hombres comes lo que es tuyo, aún si puede ser erróneamente visto como si de mano de otros proviene tu sustento. (Bereshit-Gen. 1,3) "Y será luz" ("vaiehí Or").
El levita, el que toma sobre sí el cuidado del orden sagrado para beneficio de toda la congregación, el que canta y toca y entona para despertar alegría en todos los mundos, y enseña al pueblo a conectarse con su Creador, recibirá por justicia del pueblo lo suficiente para el sustento físico no sólo de sí mismo sino de modo completo, "vosotros y vuestros hogares" ("Atém ubateijém" = 919): la mujer del hombre es su hogar, y de ella saldrá al mundo su descendencia; y el hogar se completará con todo quien sea invitado a su mesa a disfrutar de alimento físico y espiritual; acerca del hogar sólido y completo dirá Hashém (Tehilim 119,47) "que le amaré" ("Ashér Ahávti"), porque un hombre completo comprenderá rectamente que [Prov. 16,9] "el corazón del hombre pensará su camino, y Hashém dispondrá sus pasos", al decir de rav Huna en nombre de rabí Elazár en la guemará (Makót 10b): en el camino que el hombre quiere caminar, por él es conducido -hasta aquí, desde los cielos. Que el tsadík (justo sagrado), el hombre íntegro y completo, determina y elige, y Hashém realiza para él su voluntad.
El leví disfrutará con honor cuanto recibirá del pueblo pues en nombre de Hashém le será dado y en nombre de Hashém recibirá, "pues salario es para vosotros" ("kí sajár hú lajém" = 652) aún cuando a una mirada superficial parezca caridad de otros hombres; puesto que de hecho toda retribución que recibamos de nuestras acciones a todo nivel es a la postre manifestación plena de la misericordia divina (que incluso lo que resulta en modo "natural" de nuestra labor, lo resulta por medio de la ley divina que regula la relación entre las causas y sus efectos), a modo de las palabras de Iehoshúa-Josué tras la guerra y el episodio trágico de Aján y su el robo del botín que debía ser quemado, que dijo "debemos alabar al amo de todo" ("'aléinu leshabéaj leAdón hakól"), y tan importante es su plegaria que la repetimos cada día, al final de cada una de las plegarias nuestras. Y es sencillamente "a cambio de vuestra labor en el templo" ("jélef 'avodatjém beOhel mo'éd" = 812), pues el oficio sagrado nos acredita el derecho para levantarnos tras su realización (Devarim-Deut. 1,25) "y tomarán en sus manos del fruto de la tierra" ("vaikjú beiadám miprí haArets") para sostener nuestra vida material; "del fruto de la tierra" ("miprí haArets" = 626), con permiso de aquél "que todo lo creó para su Honor" ("shehakól bará lijvodó", tal como bendecimos a la pareja que establece un nuevo hogar consagrándose bajo la jupáh, siguiendo el dictado de la guemará en Ketuvót 8a); un fruto de cuyo crecimiento no participó él con su esfuerzo, (Devarim-Deut. 21,4) "que no trabajó (habrá trabajado) en él" ("Ashér ló ia'avód bó"): la labor de los levitas, la labor de quien concentra sus fuerzas y su tiempo en expandir la sacralidad y hacerla ubicua y disponible para la enmienda de su mundo en teshuváh, le da mérito para recibir su sustento material del fruto de la tierra, sustento-parnasáh que no proviene del trabajo profano ni del esfuerzo material, sino justamente de aquél que todo creó para la realización de su honor con misericordia enorme y revelada.
Que la bendición se realice en este mundo, depende de la participación de todos los socios en su realización y disfrute, con rectitud y de corazón pleno. Pues "y lo comeréis en todo lugar vosotros y vuestros hogares, pues salario es para vosotros, a cambio de vuestra labor en el templo" -nuestro verso entero, con valor 3525-, es señal de la atención de los pobladores de la tierra a las leyes del firmamento, desde donde se abren las puertas de lo Alto para ofrecer revelación a quien es hábil de conducir y atraer redención-liberación al colectivo, usando incluso herramientas que se sobreponen a las leyes naturales: [Shemot-Ex. 3,4] "Y verá Hashém que (él) se desvió para ver, y le llamará E-lokím desde dentro de la zarza; y dirá: Moshéh, Moshéh. Y dirá: Héme (aquí)". Y desde allí, en la medida en que tengas continuidad en alentar el movimiento perpetuo de la rueda que entrelaza arriba y abajo y lo sagrado con lo profano en unión perfecta, [Shemot-Ex. 29,46] "y sabrán que Yo (soy) Hashém su E-lokím, que los saqué de la tierra de Mitsráim (de la tierra de opresión) para morar en el interior de ellos. Yo, Hashém, su E-lokím". Pues la finalidad trascendental de la redención que hará Hashém al hombre sustrayéndolo de la conciencia servil hacia una conciencia nueva de libertad, es "para morar dentro de ellos" ("leshojní betojám" = 878), (Is. 55,12) "y con shalóm seréis conducidos" ("ubeshalóm tuvalún"), (Zac. 14,16) "y subirán (se elevarán) al cabo de cada año y año" ("ve'alú midéi shanáh beshanáh", y "año" es "shanáh", de la raíz de "shinúi"-cambio, con lo que a cada modificación, a cada instante, seremos conducidos más y más alto), (Crón.2 14,5) "y no hay con él guerra en los años esos, pues dio-dará reposo Hashém" ("veEin 'imó miljamáh bashaním haEleh ki hiníaj Hashém") y concedió serenidad (Jer. 15,7) "en las puertas de la tierra" ("besha'aréi haArets") (Crón.2 6,33) "desde la base (o el sexto nivel de los cielos) de tu asiento" ("mimjón shivtejá") que se halla como hemos visto en el corazón del hombre íntegro y rectificado, de acuerdo a todo (Jer. 28,7) "lo que yo pronuncio-promulgo en tus oídos" ("Ashér Anojí dovér beOznéja"). (Ez. 21,5) "¿Y no creador de parábolas-metáforas es El?" ("haló memashél meshalím hú", que Hashém teje las conexiones semánticas para que comprendas de un ejemplo cuantos otros responden a su misma índole y estructura); y quien reflexione honestamente y medite estas palabras, alcanzará enseñanza valiosa y la llevará a la práctica en su vida, y será bendecido con redención que escapa al alcance de las palabras todas.

אין תגובות:

הוסף רשומת תגובה