יום ראשון, 13 בספטמבר 2015

Vaiélej, aliah de lunes, Guevurah en la semana

Vaiélej, aliah de lunes, Guevurah en la semana. Devarim-Deut. 31,6: "Fortaleceos y sed valientes, no temáis y no os asustéis ante ellos; pues Hashém tu E-lokím El es quien Va contigo, no te soltará y no te abandonará".
¿De qué te tomarás, para estar seguro cuando salgas a vencer a los que te persiguen y oprimen? Revisará el hombre sus acciones antes de la guerra, y retornará en teshuváh y dará tsedakáh a manos llenas, "pues Hashém tu E-lokím El es quien Va contigo, no te soltará y no te abandonará" ("ki Hashém E-lokéja hú haholéj 'imáj, ló iarpejá veló ia'azvéka" = 811), en términos de que [Ec. 10,2] "corazón sabio a su derecha, y corazón necio a su izquierda", que el sabio de corazón se inclinará a sí mismo hacia la bondad de lo Alto prodigando bondad sobre la tierra, en tanto el necio se hará indeseable degradándose tras los consejos de su instinto, y se hará acreedor de juicio duro. Puesto que Hashém vendrá en todo momento (Jer. 15,5) "a procurar shalóm para tí" ("lishOl shalóm lejá"), precisamente (Ez. 24,19) "porque tú haces" ("ki Atáh 'oséh") (Tehilim 119,18) "de tu Toráh" ("mitoratjá") desde el "ansia" ("tshukáh") (Crón.1 19,12) "de salvación" ("litshu'áh") milagrosa y verdadera, desde la que (Tehilim 25,13) "heredará tierra" ("iirásh Arets"; que es decir la Maljut-reinado y la shejináh, revelación de la presencia inmanente de Hashém), el que es fiel a la hora de hacer.
Entonces resultará fácil comprender que la Guevuráh (vigor, disciplina, determinación) pudorosa que tú activas en tu vida material, que te lleva a arrepentirte del mal y rectificarlo, y dar de lo tuyo en tsedakáh, y sostenerte perpetuamente en llevar a la acción la voluntad manifiesta del Creador, esa Guevuráh tuya abrirá los portales de la Guevuráh de lo alto al servicio de tu camino, dando vigencia para tí a las palabras "fortaleceos y sed valientes, no temáis y no os asustéis ante ellos" ("jizkú veImtsú, Al tirU veAl ta'artsú mipneihém" = 1940), (Shemot-Ex. 20,14) "y todo el pueblo ven las voces y las antorchas" ("vekól ha'ám roIm Et hakolót veEt halapidím") en una escena que cautiva el alma en su potencia; y desde allí, aún si pareciera a la razón que no hay ninguna posibilidad de vencer al enemigo y que es preferible huir de inmediato de ante él, te será dicho desde la inflexión especial que tú mismo despertaste: (Bereshit-Gen. 26,2) "Y dijo-dirá: no desciendas a Mitsráim; establécete en la tierra" ("vaióMer Al téred mitsráimah shjón baArets"), y dibuja en tu conciencia la victoria que te liberará Hashém.


Por consiguiente, se aprestará el sabio a merecer el bien que ha elegido para sí: "Fortaleceos y sed valientes, no temáis y no os asustéis ante ellos; pues Hashém tu E-lokím El es quien Va contigo, no te soltará y no te abandonará", el verso entero con valor 2751, desde que tomaréis para vosotros con prestancia (Vaikra-Lev. 18,5) "y cuidaréis, mis estatutos y mis leyes" ("ushmartém Et jukotái veEt mishpatái"); y no te demores: [Jue. 21,1] "Y fue al día siguiente, y se levantaron el pueblo, y construyeron allí un altar, y elevaron ofrendas íntegras y complementos de shalóm", para agradecer a Hashém, y activar los milagros dispuestos ya para ellos.

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