יום רביעי, 2 בספטמבר 2015

Ki Tavó, aliah de jueves, Hod en la semana

Ki Tavó, aliah de jueves, Hod en la semana. Devarim-Deut. 27,17: "Maldito el que alcanza-rodea la frontera de su prójimo, y dijo todo el pueblo Amén".
Alcanzar-bordear la frontera del prójimo no es propiamente invadir su espacio privado, no es exactamente conquistar lo de él o tomarlo por la fuerza. Así describe Rash"i el movimiento sutil en que uno alcanza la frontera del otro: "le hace retroceder, y entonces roba el terreno" que el otro involuntariamente ha dejado vacío. Rabi Iaakóv Báal haTurim trae como ejemplo de esta acción al hombre que se une a la esposa de otro. Y hay innumerables ejemplos del mismo concepto en la cotidianeidad de todos, y quien reflexione y busque ganará mucho de ello.
Y sobre quien tal hace pende una maldición severa, a la que nada cambia si el robo esencial ocurrió por caminos aparentemente amables, y no levantó su voz ni su mano. "Maldito el que alcanza-rodea la frontera de su prójimo" ("Arúr mesíg gvúl re'éhu" = 842), porque está profanando la ley de Hashém que (Bereshit-Gen. 14,19) "es dueño del firmamento y la tierra" ("konéh shamáim vaArets"), y es quien determina cuál (Vaikrá-Lev. 27,21) "será la parcela del hombre" ("tihiéh Ajuzató shel haAdám"). Y no hay nada que obste a la visión de quien revisa aún riñones y corazón, que juzgará al hombre de acuerdo al valor de sus acciones, y no de acuerdo a las apariencias, y dictaminó que no tenga lugar (Devarim-Deut. 13,12) "como algo así de malo en tu seno" ("kadavár hará' hazéh bekirbéja"). Y todo lo dicho aquí acerca del juicio del Creador, dígase acerca de la propia conciencia del hombre, y entonces logrará arrepentirse de sus malos actos, y enmendar sus cualidades en teshuváh.


El pueblo atendió a las palabras del juicio, "y dijo todo el pueblo Amén" ("veAmár kol ha'ám Amén" = 503), puesto que el que (Prov. 10,9) "camina con inocencia" ("holéj betóm") (Tehilim 19,3) "vivirá el conocimiento" ("ijvéh dá'at"), y sólo aquél que (Tehilim 100,5) "su fe" ("Emunató") le lleve a ser "hacedor de actos de piedad" ("'oséh jasadím"), se parará (Vaikrá-Lev. 13,29) "en la cabeza" ("beróSh") de la acción redentora, (Jos. 9,20) "y no habrá sobre nosotros espuma de ira" ("veló ihiéh 'aléinu kétsef") ya más, porque sólo irá todo Israel en unión armónica hacia (Jue. 9,27) "la casa de su E-lokím" ("beit E-loheihém"), para incidir, junto a los justos de todos los pueblos, con bien en nuestro mundo.
Así, "maldito el que alcanza-rodea la frontera de su prójimo, y dijo todo el pueblo Amén" -nuestro verso entero, con valor 1345, pues desde la enmienda del corazón, la conciencia percibe de modo diáfano: [Tehilim 27,1] "a David. Hashém es mi luz y mi salvación, de quién tendré miedo; fortaleza de mi vida, a quién temeré". Hashém es "mi luz y mi salvación" ("Orí veish'í" = 613), o sea las 613 mitsvót-preceptos de la Toráh, 613 llaves que abren cerrojos para estar a cubierto bajo las alas de la shejináh (la presencia revelada de Hashém) siempre en bien; y si me sincronizo en pensamiento y en habla y en acción con el sistema operativo de las mitsvót, no hay más a quién tener miedo. Y Hashém es la "fortaleza de mi vida" ("ma'óz jaiái" = 161), tal como me prometió que (Jos. 3,7) "estaré contigo" ("Eheiéh 'imáj"), (Sam. 17,45) "y yo vengo hacia tí" ("vaAnojí bá Eléja") en caminos prodigiosos y en portentos, pues también si se da que (Zac. 9,11) "no hay agua" ("Ein máim"), y acallarás (Reyes1 7,51) "toda la labor-trabajo" ("kól hamelaJáh") para sólo (Crón.2 29,30) "alabar a Hashém" ("lehalél laHashém"), elevar tu plegaria ante El (Tehilim 4,5) "y callad en silencio profundo" ("vedómu sélah") porque no está en vuestras manos la solución a lo que parece problema, y despertará una (Is. 29,6) "tempestad" ("sufáh") y desde los cielos la lluvia (Jer. 13,12) "llenará vino" ("imalé iáin") vuestros depósitos para asombrar a tus ojos, (Jos. 7,5) "y será a aguas" ("vaiehí lemáim", se convertirá en agua) para saciar tu sed. Y no hay razón para que tema el hombre sino (Nej. 8,10) "a nuestro amo" ("laAdonéinu", al único amo) que (Tehilim 22,9) "le salvará" ("iatsiléhu") (Tehilim 64,2) "del miedo al enemigo" ("mipájad Oiév") tal como (Job 37,19) "nos anunció" ("hodi'ánu").




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