día 26 del 'omer, Hod de Netsaj (seguimos el orden de Avót 6,6). ¿Ante qué expresará su gratitud aquél que ha logrado enmendarse? Ante todo lo que hay, en general y en detalle. ¿Y cómo se manifestará ésto en la enmienda de Netsaj? La raíz verbal nun-tsadik-jet, de la que sale la palabra "netsaj", sirve a tres sentidos distintos: victoria frente al enemigo, dirección de un coro u orquesta, y acceso a cualquier forma de eternidad; todas ellas, acciones que requieren una comunicación impecable entre el pensamiento de la mente y la acción de manos y piernas. Tras que el hombre conoció su lugar (o sea: conoció el entorno de todo-lo-que-no-es-yo y definió su lugar en el contexto), es el turno de enmendar también la visión hacia dentro, de profundizar la conciencia de sí, de alegrarse por sí y por cuanto le toca.
Nuestra mishnah designa a la cualidad del "feliz con su parte" en tanto contenido para el desafío diario, destinado a revelar la Torah desde nuestro interior: la cualidad de quien se estudió e investigó minuciosamente, desde fuera y desde dentro, con sus virtudes y defectos, sus aptitudes y limitaciones; y logró obtener shalóm (paz de plenitud) en relación a sí mismo, en el tono de Tehilim cuando dice "sea el Shalóm en tus murallas exteriores, y placidez en tus palacios". A quien es "feliz con su parte" no le sucede jamás nada malo, porque todo le es esencialmente bueno. Y él no se apega sino al sueño más alto, al servicio de cuya realización todo lo demás resulta transitorio por definición. Una enmienda bella y conveniente, y un día entero por delante para comenzarla.
Hod de Netsaj: en la Victoria, si bella, late el instinto de su replicación; cuando el Mar Rojo se divide para Israel, todas las aguas del mundo le imitan, supeditándose a la Victoria irrefrenable.
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