יום שישי, 16 באפריל 2021

día 20 del 'omer, Iesod de tifEret

día 20 del 'omer, Iesod de tifEret (estudiamos el orden paralelo de Avot 6,5): En su Iesod (fundamento, conducto de proactividad masculina que va a fecundar a la realidad femenina), se concentra todo el fluido vital de tifEret, listo a la acción. Nuestra mishnah nos convoca a realizar hoy nuestra enmienda "con un mínimo de derej Erets" (literalmente, "camino de la tierra", aludiendo tanto a las ocupaciones en el quehacer material como a la moral a aplicar en ellas), con un mínimo de ocupaciones profanas. 

Nos enseñaron nuestros sabios que "derej Erets" viene antes que la Torah, que la aplicación de la ética y la moral en la vida real precede necesariamente a la correcta comprensión de la ley de la Torah. "Derej Erets", la realización de las leyes de la Torah referentes a nuestra relación con todo-lo-que-no-es-yo, no es una estación en la que convenga radicarse, sino un camino para arribar a la comprensión de la Torah, y desde ella al Pacto, y a las 613 mitsvót, y al Jerút, que es el más alto nivel de libertad posible, cuando la única ley indeclinable está grabada en nuestro corazón.

Una señal maravillosa hacia lo dicho: "Derej Erets" vale en hebreo 515, igual que tefilah (plegaria), shirah (canto u poesía), vaEtjanán ("y rogué" 515 veces, recuerda Mosheh al final del camino), "basár Ejád" ("una carne", como está escrito: "y serán a una carne"): las herramientas, las alas con que cuenta el derej Erets, desde la sefirah de Maljút.

Por medio del derej Erets, el "camino de la tierra", nos elevamos hasta Binah recorriendo el "camino de los cielos", "derej shamaim", que vale 614, igual que Jerút.

Hoy, nuestro tikún consiste en evaluar hacia dentro cuánta atención nos requiere el "derej Erets" en que nadamos con dificultad; preguntarnos si logramos, con lo sagrado de nosotros, consagrar lo profano, hacer de nuestra luz espiritual una vida que es buena para el mundo y para la Ley de Hashém; si logramos encauzar nuestros instintos y apetitos para dar fuerza a lo bueno, a lo bello, a lo armónico y sano. La respuesta ya la sabemos, y ahora tenemos un día entero para enmendarla en todos sus detalles hacia dentro, y la vida en adelante para hacerlo realidad.

Iesód de tifEret: ¡Vaya emoción! Toda la belleza enmendada de tifEret se concentra por fin, en plena acción, para iluminar con Verdad eterna al último reducto de oscuridad "blanda", de esa a la que sólo falta Luz. Un paso más, y podremos comenzar a rectificar nuestras herramientas de trabajo, Netsaj y Hod, en la preparación de nuestros esponsales con Hashém.


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