יום ראשון, 26 ביולי 2015

vaEtjanán, aliah de lunes, Guevurah en la semana

"Y no sea que se aparten de tu corazón todos los días de tu vida" ("upén iasúru milvavjá kol ieméi jaiéja" = 670), señala qué es lo que está prohibido que se aparte de tu corazón jamás: la (Samuel2 7,7) "casa de cedros" ("beit Arazím", que refiere al Beit Hamikdásh, el Templo de Ierushaláim, justamente en la faz del esfuerzo que requiere su construcción); (Bereshit-Gen. 33,11) "pues me agració E-lohím, y porque tengo todo" ("ki janáni E-lohím veji iésh lí kól"), pues solamente los pequeños de fe (ktanéi Amanah en lenguaje de la guemará, y aclara Rash"i que son aquellos que contando hoy con alimento suficiente para el día, se preocupan por si tendrán mañana) van a hallar difícil ver que de la Piedad de lo Alto reciben su alimento, y que en todo momento dado tienen cuanto necesitan (que no forzosamente coincide con lo que quieren); y aún (Tehilim 55,15) "y endulzaremos (el-un) secreto" ("venamtík sod"), que no requiere explicación. Y entonces la fórmula para asegurarnos que no fracasaremos nunca en el cometido, en las palabras del profeta (Ez. 3,10): "Toma en tu corazón y con tus oídos atiende" ("kaj bilbavjá ubeOznéja shmá'"), y atiende a lo que reside desde siempre en tu corazón, y merecerás ser considerado desde el firmamento (Cantar 2,14) "mi paloma en los resquicios de la roca" ("ionatí bejagvéi haséla'"), un alma pura de lo Alto que enmienda con amor puro aquí en lo bajo.

Al final, no hay fin. Porque el objetivo primordial de todo el proceso es legar hacia delante, abundar en luces para obtener una generación nueva mejor que nosotros, más próxima que nosotros, más focalizada en la verdad que nosotros. "Y los anunciarás a tus hijos y a los hijos de tus hijos" ("vehoda'tám levanéja velivnéi banéja" = 823), (Bereshit-Gen. 24,60) "y heredará tu descendencia" ("vairásh zar'ajá"), (Bamidbar-Num. 15,40) "para que evoquéis" ("lemá'an tizkerú") y activéis en vuestras vidas la "luz de la Toráh" ("Or hatoráh") que se revela en "letras" ("Otiót") que tú estudias para (Devarim-Deut. 30,20) "atender a Su Voz y apegarte en El, porque El (es) tus vidas" ("lishmó'a bekoló uledovkáh bó, ki hú jaíeja"); y si lo logras, de por sí (Tehilim 91,10) "no acaecerá a tí (ningún) mal" ("ló teUnéh Eléja ra'áh"), puesto que te cuentas entre los constructores de la casa de cedros, de los invocadores del Mishkán y del oficio sagrado que albergó, y tú y tu hogar, y todo aquél a quien bendigas, serás siempre en Bien.

אין תגובות:

הוסף רשומת תגובה