יום שישי, 18 ביולי 2014

Matót, aliah de shabat kodesh, Maljut en la semana

Matót, aliah de shabat kodesh, Maljut en la semana. Bamidbar-Num. 32,23: "Y si no hiciereis así, he que pecasteis a Hashém; y sabed vuestro pecado, que os encontrará".
Las dos tribus se obstinan ante Mosheh: ellos realmente se proponen salir con sus hermanos a las guerras de conquista, movidos por la fraternidad y la solidaridad recíproca, y no retornarán a la tierra que eligieron para sí  sino cuando todo el resto de las tribus estén ya organizados, cada quien en su parcela. Mosheh vuelve a advertirles: "Y si no hiciereis así, he que pecasteis a Hashém; y sabed vuestro pecado, que os encontrará". En nuestro camino de estudio, intentaremos resolver el sentido íntimo y perpetuo de lo dicho, y endulzar todos sus rigores paso a paso.
En principio, pobres de vosotros si "no hiciereis así" ("ló ta'asún kén"), que revela en su valor 927 la fórmula de su enmienda completa e inmediata (Devarím-Deut. 11,22): "caminar por todos Sus caminos y apegarse en El" ("laléjet bejól drajáv u ledovkáh bó"). Desde el inicio del camino, no hay cosa de la que no sea posible retornar en teshuvah y afirmarnos en Hashém. Y otro paso más adelante, si hiciereis lo incorrecto, resultará que "pecasteis a Hashém" ("jataTém laHashém" = 514), como si hubieseis contaminado con impureza de nidah ("tumAt nidah", la impureza proveniente de la sangre menstrual = 514) la unión conyugal entre Creador y creatura, y entonces provocasteis que Hashém resulte aún más oculto y la shejinah -Su presencia revelada- se exilie;...  y aún, si enmendáis y rectificáis cuanto en vuestras manos, prometido está de Hashém que (Jerem. 33,8) "y Perdonaré" ("vesalájti" = 514). Sea cual sea la situación, no desespere el hombre de la misericordia.
Con todo, atended "y sabed vuestro pecado, que os encontrará". La acción de nuestras manos rige sobre nosotros, y la acción de nuestras manos rige sobre El, hacia nosotros, como explica Tehilim (90,17). Para que no grites un día preguntando por qué me sucede ésto a mí, sabed que es vuestro pecado "que os encontrará" ("Ashér timtsá Etjém"), cuyo valor 1493 es el de su explicación prístina y clara (Jerem. 2,28) "cuanto te hiciste, se erguirán" ("Ashér 'asíta lejá, iakúmu"), que lo que saldrá a tu encuentro en las lides de la vida es lo que tú mismo preparaste en tus pasos previos, de acuerdo a la Ley que inscribió el Creador en su creación, en ejercicio del dín, juicio-rigor (Vaikrá-Lev. 14,16) "que está sobre la palma de su mano izquierda" ("Ashér 'al kapó hasmolít").
El remedio precede a la enfermedad, y aún si caeréis, sólo "y sabed vuestro pecado" ("ude'ú jataTjém" = 564), y del mero poder en cualquier momento arrepentiros sinceramente y hacer teshuvah y rectificar vuestros caminos ante Hashém, (Devarím-Deut. 24,19) "será para que te Bendiga Hashém tu E-lokím" ("ihiéh lema'an iebarejejá Hashém E-lokéja"), y volverá maldición en bendición, por ser tu naturaleza la de (Devarím-Deut. 33,29) "pueblo salvado-redimido en Hashém" ("'am noshá' baHashém"), del que aprenderán y adquirirán su propia enmienda y redención los pobladores de la tierra.





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