יום שני, 29 בפברואר 2016

Vaiakhel, aliah de martes, tifEret en la semana

Vaiakhel, aliah de martes, tifEret en la semana. Shemot-Ex. 36,7: "Y la labor fue suficiente para toda la labor, para hacerla, y de sobra".
Dos labores; al servicio de la segunda la primera. De la belleza y el esmero aplicados a la primera, brillará y se ensalzará la que aquélla tiene por objeto producir. Y la primer labor, consistente en reunir (donar, ofrendar) todas las materias primas requeridas para la construcción del mishkán-templo y todos sus utensilios, fue realizada de modo exagerado. "Y la labor fue suficiente para toda la labor, para hacerla, y de sobra" -nuestro verso entero, con valor 2591-, y hay una seguláh-potencia muy poderosa en este tipo de acción que viola los límites de la obligación para hallarse en el terreno del permiso gozoso, tontería del lado de la sacralidad (o "shtúta dikdushá") en términos de jasidút. Cada moneda que yo agrego en tsedakáh por encima del monto mínimo para el cumplimiento de la mitsváh, tiene un valor muchísimo más grande y elevado que el de todo lo que di por obligación asumida. Y así en todo, éste es el principio: que la entrega personal por fuera de la medida razonable ascenderá alto alto y ahuecará los cielos. [Sam.1 1,12] "Y fue que abundó en orar ante Hashém, y Elí vigila su boca", y abunda Janáh en elevar su plegaria mucho más larga e intensa que lo normal, y su ruego es retribuido de lo Alto con gran milagro. Y así, en la inocencia del profeta ante Hashém: [Jer. 1,11] "Y será la palabra de Hashém a mí, para decir: ¿Qué ves tú, Irmiáhu? Y diré: un palo de almendro veo yo"; y por mérito de su sumisión y simpleza ante Hashém, verá no sólo lo que ha de ocurrir, sino también que se apresta Hashém (porque almendro es "shakéd", raíz de "lishkód" que es apresurarse) a cumplir su sentencia. Y nuevamente en el profeta que se anula a sí mismo hasta asemejarse a una hoja al viento, [Ez. 43,5] "y me izará el viento y me traerá hasta el patio interior, y he que llena del Honor de Hashém (está) la casa": que al modo en que se empequeñeció y deflactó su ego hasta la casi nulidad, el Honor de Hashém (kevód Hashém, que en su valor 58 remite a la Gracia-jén) se hizo visible a sus ojos, en su grandeza y esplendor.
Y el punto es que no donaron materiales sólo para la realización de la obra, sino "para hacerla, y de sobra" ("la'asót Otáh vehotér" = 1829), una acción que te dotará de fuerza poderosa, hasta que [Miq. 5,8] "levanta tu mano sobre tus opresores, y todos tus enemigos serán aniquilados", para saber y difundir entre las naciones (Devarim-Deut. 11,2) "la moral de Hashém vuestro E-lokím, su grandeza, su mano poderosa" ("Et musár Hashém E-lokeijém Et godló Et iadó hajazakáh"), para abrir una ocasión propicia a la redención. 
Pues eso que hicieron al traer "y de sobra" ("vehotér" = 617), (Reyes2 17,34) "hasta el día éste ellos hacen" ("'ad haióm hazéh hém 'osím"), hasta hoy destaca a los ojos del alma (Daniel 12,3) "como el brillo del cielo" ("kezóhar harakí'a") y conduce al recto de corazón a descubrir (Jab. 3,6) "modales-normas del mundo" ("halijót 'olám") para él y (Tehilim 109,11) "para todo lo de él" ("lejól Ashér ló"), para dotarle de mérito y elevarle hasta que advenga hombre (Devarim-Deut. 34,10) "que lo conoció-conoce Hashém" ("Ashér ieda'ó Hashém"), y le bendecirá no sólo desde su Piedad-Jésed, sino desde (Jue. 8,21) "su Rigor-Guevuráh" ("guevurató") también, para recibirle en la armonía de tifEret, en el esplendor de lo que es verdadero y entonces bello y de suyo bueno.




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