יום רביעי, 18 בנובמבר 2015

Vaietsé, aliah de jueves, Hod en la semana

Vaietsé, aliah de jueves, Hod en la semana. Bereshit-Gen. 31,2: "Y vio Iaakóv las faces (el interior) de Laván, y he que no está con él como en los días previos".
Laván es apodado "el Aramí" (gentilicio de la tierra de Arám, "haAramí"), vocablo que disfraza su verdadera esencia, con las mismas letras: "el estafador" ("haramáI"), el que miente ya desde su propio nombre ("laván" significa "blanco"), como los delincuentes que se visten de blanco para aparentar pureza y hallar gracia a ojos de los demás. Iaakóv creció mucho, tanto en lo espiritual como en términos materiales; es padre de una familia bendita y numerosa, y posee gran riqueza. La tifEret-esplendor de Iaakóv está lista y madura para brillar con toda su belleza, y ello obra señal de que ya es tiempo de retornar a la tierra de Israel.  Todo, en derredor del tsadík -el justo sagrado-, percibe el cambio y recibe su influjo.  "Y vio Iaakóv las faces de Laván, y he que no está con él como en los días previos" -el verso entero con valor 2493-, porque Laván siente miedo, y sabe él que [Prov. 21,18] "expiación-sustituto del tsadík es el malvado, y en lugar de los rectos (será dañado) el traidor", y también que es tonto afirmarse en lo que ocurre en medio, puesto que al fin resultará que [Tehilim 145,20] "cuida Hashém a todos quienes le aman, y a todos los malvados exterminará". El león ruge: ¿quién no temerá?
El mentiroso tiene un rostro distinto para cada quien y quien. "Las faces de Laván" ("pnéi laván" = 222) que Iaakóv ve, son (Bamidbar-Num. 24,19) "de Iaakóv" ("meia'akóv") mismo. Si Iaakóv no se hubiera movido, si no hubiera intentado modificar el statu quo, Laván no habría modificado su rostro, su mirada, hacia él. Así será siempre, para todas las generaciones de sus hijos: cada vez que pretendan, material o espiritualmente, retornar (Bamidbar-Num. 33,2) "a sus puntos de partida" ("lemotsaEihém"), desde la fe en que (Reyes2 18,32) "Hashém nos salvará" ("Hashém iatsilénu"), los sacará Hashém de una situación de (Devarim-Deut. 26,2) "esclavo a perpetuidad" ("'éved 'olám"), (Devarim-Deut. 26,2) "hacia el lugar" ("El hamakóm") en que (Prov. 3,35) "sabios se instalarán" ("jajamím injálu"). Y una orden habrá que cumplir para dar vigencia a la salvación: (Prov. 4,5) "adquiere entendimiento" ("knéh bináh), y entonces harás sólo bien, y tus enemigos se esforzarán en vano, y a tí no te tocarán.
Vio Iaakóv el rostro de Laván, su interior, "y he que no está con él" ("vehinéh Einénu 'imó" = 299) (Sam.2 16,23) "en la palabra de E-lokím" ("bidvár E-lokím"), no participa con él (Reyes2 19,7) "en su tierra" ("beArtsó") que es decir en su terrenalidad y en su moral, y tampoco va (Prov. 4,11) "en camino de sabiduría" ("bedérej jojmáh") cual quiso aparentar. Pues ha tenido lugar aquí un punto de inflexión del que no cabe retornar; la conciencia de sí y la recíproca del otro se modificó a ambos lados,  y ahora cada quien ve e identifica a su contraparte claramente. "Cual en días previos" ("kitmól shilshóm" = 1172) que pasaron y se fueron, y de pronto se levanta el juicio que tocará (Ec. 2,11) "en todos los actos que hicieron mis manos" ("bejól ma'asái she'asú iadái") y todo está desvelado y expuesto a ojos de todos, y pobre de tí si no hurgas en las profundidades de tu corazón y retornas en teshuváh completa, (Sam.1 19,11) "si no rescatas tu alma esta noche" ("Im Einjá memalét Et nafshejá haláilah"), y tras la noche brillará luz y dispondrán las milicias de lo Alto (Reyes2 17,26) "el juicio del E-lokím de la tierra" ("Et mishpát E-lokéi haArets"). Y si ya sabes todo ésto, (Sam.2 12,9) ¿"por qué despreciaste la palabra de Hashém"? ("madú'a bazíta Et dvár Hashém"). Acerca de ésto, dijo Reish Lakish (Talmud Bavlí, Sotáh 3a): ningún hombre comete una profanación-pecado si no es que entra en él aire-espíritu de necedad -hasta aquí. (Ez. 36,26) "Y extirparé el corazón de piedra" ("vehasirotí Et lev haEven"), se apresta a cumplir Hashém, para renovar en todo quien merece redención un corazón de carne, apto y hábil de amor y de gratitud y de buen juicio, y de misericordia, y listo a buscar shalóm todos los días, y destinado a ser fecundo y multiplicarse sobre las faces de la tierra también nueva, libre de las cáscaras oscuras que pesan sobre ella. (Is. 8,18) "Y los niños que me dio Hashém" ("vehaieladím Ashér natán lí Hashém"), se dice Iaakóv en su corazón, deben continuar excavando pozos de manantial y repartiendo aguas que son vitalidad y sabiduría y amor al shalóm y juicio justo y tsedakáh y piedad fraterna, y de ningún modo puedo seguir reteniéndolos donde Laván, el Aramí que es ramáI.
Especialmente tras que Laván comprendió, "y he que no está con él como en los días previos" ("vehinéh Einénu 'imó kitmól shilshóm" = 1471), pues sabido es que pedirá el tsadík, ese que cuida las instrucciones de Hashém, [Tehilim 119,134] "líbrame de la estafa-engaño del hombre, y cuidaré tus instrucciones", y recibirá de lo Alto (Reyes1 10,13) "todo su deseo, lo que pidió" ("Et kol jeftsáh Ashér shaAláh"), por el mero ser ante Hashém con espíritu amoroso, (Devarim-Deut. 13,5) "y a El rendiréis culto y a El os apegaréis" ("veOtó ta'avódun uvó tidkbákun").
Y no actuará Iaakóv sino (Crón.1 29,13) "en nombre de tu tifEret" (el esplendor, la belleza, la verdad, el bien, la salud, la jsuticia: "leshém tifArtéja") siempre, porque "y verá Iaakóv el interior de Laván" ("vaiár ia'akóv Et pnéi laván" = 1022), implica que lo vio (Shemot-Ex. 35,31) "con sabiduría, con comprensión y con conocimiento" ("bejojmáh bitvunáh uvedá'at"), por la propia naturaleza de su ser (Devarim-Deut. 4,7) "quien tiene E-lokím cercano a él" ("Ashér ló E-lokím krovím Eláv"), y se revelará en fidelidad, y atraerá redención al mundo.


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