יום שני, 2 בנובמבר 2015

Jaiéi Saráh, aliah de martes, tifEret en la semana

Jaiéi Saráh, aliah de martes, tifEret en la semana. Bereshit-Gen. 24,26: "Y se postrará el hombre, y reverenciará a Hashém".
Eliézer sale hacia Arám Naharáim enviado por su amo y maestro Avrahám, avalado por la promesa de que la bendición de Hashém le acompañará, y el ángel de Hashém irá ante él para hallar su demanda. Apenas llegó, y la señal pedida ya se revela. Rivkáh (Rebeca) hija de BetuEl acude a dar de beber al rebaño, y da generosamente de beber también a Eliézer, e incluso a sus camellos. Eliézer se llena de asombro, de gratitud, de una reverencia de numinosidad hacia lo Alto: "Y se postrará el hombre, y reverenciará a Hashém", en su valor 1222; él está habituado a ver milagros que acuden en ayuda de Avrahám, y de pronto el milagro ocurre en él, le sucede a él mismo, y él se admira y comprende la estatura espiritual de su Rav, que no transa ni se arredra ante ninguno de los obstáculos que presentar puede este mundo, y ante la maravilla de obra divina dirá acerca de sí: [Job 34,7] "Quién es hombre como Job, que beberá el desdén como agua".
Perplejo, se para en su sitio, contempla cual una sintonía de 'Edén sobre las faces de la tierra. Las cáscaras de la casualidad y la mirada errada cayeron de repente, con gran estrépito. "Y se postrará el hombre" ("vaikód haIsh" = 436) en anulación completa de sí frente al Creador del mundo,  en sensación sublime de estar siendo herramienta para la voluntad de El (al decir del Zohar en nuestra parasháh, hoja 121, que quien se empequeñece a sí mismo, es engrandecido por Hashém; y al revés), agradece desde el asombro que no cesa por cuanto (Tehilim 6,10) "oyó Hashém" ("shamá' Hashém") su súplica y se la concedió de inmediato, (Tehilim 5,13) "porque tú" ("ki Atáh") (Tehilim 25,5) "el E-lokím de mi salvación" ("E-lokéi ish'í"), y yo no sabía cómo cumplir la orden de mi Rav, y tú (Tehilim 35,10) "¿quién como tú salva al pobre (al falto de salvación)?" ("mí kamója matsíl 'aní") que se reduzca a sí mismo para cubrirse (Tehilim 91,1) "con la sombra de Shad-ái" ("betsél Shad-ái").
Y el pedido de tsadík se convierte en (Prov. 14,35) "voluntad de rey" ("retsón mélej") para siempre, porque (Tehilim 106,16) "Hashém sagrado" ("kdósh Hashém") atenderá a la plegaria de sus hombres de Jésed, y en su misericordia (Tehilim 107,13) "les salvará" ("ioshi'ém").
Una conciencia enmendada, rectificada, libera al hombre. Frente al milagro revelado, el siervo se hace hombre completo. Y se postró el hombre, "y reverenciará a Hashém" ("vaishtáju laHashém" = 786), y se incorporó a alabar (Bereshit-Gen. 24,48) "a Hashém el E-lokím de mi amo Avrahám" ("Et Hashém E-lokéi Adoní Avrahám") que señaló como si fuera con su dedo a Rivkáh para Itsják, y no pudieron su familia más que bendecirla como si ordenando (Bereshit-Gen.) "tú sé-multiplícate a miles de decenas de miles" ("At heií leAlféi rebaváh"), pues a la familia de Avrahám estás siendo desposada. Y Eliézer aún celebra y festeja íntimamente y llora desde (Cantar 3,11) "la alegría de su corazón" ("simját libó") y dice (Bereshit-Gen. 32,11) "soy más pequeño que todos los jasadím (actos de amor, de piedad)" ("katónti mikól hajasadím") que haz hecho conmigo, y he que (Tehilim 19,9) "las órdenes de Hashém son rectas" ("pikudéi Hashém iesharím") y de ellas nace (Prov. 21,31) "la redención" ("hateshu'áh") para Avrahám y para su hijo Itsják atados ambos en sus almas al altar, pues frente a la pena de tu siervo tú (Sam.2 22,28) "redimirás" ("toshí'a"). Esta es la salvación-liberación de Eliézer, el milagro de Avrahám, la redención de Itsják que recibirá y se entregará con amor perfecto a Rivkáh, que es rescatada para ser (Prov. 12,4) "corona de su esposo" ("'atéret ba'aláh") para siempre.

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