יום שלישי, 1 בדצמבר 2020

Midrash EsaBiEl. Vaishláj, aliah de miércoles, Nétsaj en la semana. Bereshit-Gen. 33,20: "Y erigirá allí un altar, y le llamará E-l, E-lohím de Israel"

Midrash EsaBiEl. Vaishláj, aliah de miércoles, Nétsaj en la semana. Bereshit-Gen. 33,20: "Y erigirá allí un altar, y le llamará E-l, E-lohím de Israel". 

Según la traducción de Onkelus, Iaakóv erigió el altar, y elevó desde él su plegaria a Hashém. En otro análisis, diremos que desde el oficio sagrado del altar, llamó con el nombre "E-l" (que representa fuerzas de Jésed-piedad-amor) al E-lohím (que representa fuerzas de juicio y de rigor) de Israel, o sea de él mismo, puesto que en el nuevo nivel espiritual -de nombre Israel- que le fue concedido tras la lucha con el ángel de Esáv, todo dín-rigor que pesa sobre él se inviste de amor y de piedad. Y una bella alusión a esta lectura la hallaremos en el valor 1476 de nuestro verso completo, que se extiende y explica en términos de [Tehilim 139,11] "y diré: sólo oscuridad me soplará-cubrirá, y la noche será luz para mí": que aún si la oscuridad se derramare sobre mí, la noche alumbrará mis ojos, porque la oscuridad que me viste tiene por objeto defenderme de mi enemigo, y no limita a mis ojos, y he aquí que veo en esta noche cual en pleno día. Esta es la completitud a que apunta Iaakóv tras tan largo camino, cuando por fin se asienta en la parcela que compró con dinero a precio completo, en la ciudad de Shjém-Nablus, que pertenece desde entonces en exclusividad a toda la descendencia de Iaakóv; a la que llegó para fundar y comenzar la (Crón.1 9,13) "labor necesaria para el trabajo de la casa del E-lohím" ("meléJet 'avodát beit haE-lohím"), un lugar (locus, estado de conciencia inaugural) en que se sintetiza el potencial de convertir todo mal en bien desde dentro propio; en que se pose la shejináh (presencia revelada de Hashém), y desde el que se abran pórticos de redención para el mundo.

Iaakóv se asienta, seguro y completo, en su parcela, "y erigirá allí un altar" ("vaiátsev shám mizbéaj" = 505), [Tehilim 95,3] "porque E-l grande es Hashém, y rey grande sobre todo E-lohím" (aludiendo a la grandeza en tanto actitud del noble); y lo hizo a la vista de todos los pobladores de la tierra. (Sam.1 12,5) "Y dirá a ellos: Testigo es Hashém en vosotros" ("vaióMer Alehém 'ed Hashém bajém"), porque (Sam.1 24,10) "he el día éste vieron tus ojos" ("hinéh haióm hazéh raU 'einéja") que Hashém está conmigo y tanto de Laván como de Esáv me salvó, y esta tierra es mía y de mi descendencia hasta (Tehilim 48,14) "la generación última" ("ladór Ajarón"). Y levantó un altar para invitar a la shejináh a posarse en su morada como (Crón.2 4,11) "en la morada del E-lohím" ("bevéit haE-lohím"), (Sam.1 21,9) "porque la palabra del rey era urgente" ("ki haiáh dvár hamélej najúts") para dejar claro a perpetuidad que (Reyes1 13,9) "por la palabra de Hashém para decir-determinar" ("bidvár Hashém leEmór") retornó Iaakóv a su tierra, y aún cuando con su propio patrimonio la compró de quienes se habían asentado en ella, su derecho a la tierra proviene de lo Alto y no depende del arbitrio de los hombres.

Y desde sobre el altar, a través del conducto abierto por el oficio de las ofrendas, alzará su voz "y le llamará" ("vaikrá ló" = 353), llamará a Hashém, y el llamado fue de (Is. 29,19) "alegría-felicidad" ("simjáh") por cuanto hizo Hashém (Bereshit-Gen. 37,22) "para devolverle" ("lehashivó") a su tierra. (Bereshit-Gen. 48,20) "Y los bendecirá en ese día" ("vaibarajém baióm hahú"), y en la sustancia de la bendición está la orden, para Israel y su descendencia, de caminar siempre por camino recto, (Devarim-Deut. 17,17) "y no se desviará su corazón" ("veló iasúr levavó") hacia las vanidades del mundo; y entonces siempre les valdrán los méritos de los ancestros, también (Ob. 1,12) "en día de estrechez-desgracia" ("beióm tsaráh").

Y llamó entonces con el nombre del Jésed también a los diním-rigores-juicios, "E-l E-lohím de Israel" ("E-l E-lohéi israEl" = 618), y lo colocó (Devarim-Deut. 20,9) "en la cabeza del pueblo" ("berósh ha'ám") para que sea su fe y fidelidad (Tehilim 112,3) "vigente por siempre" ("'omédet la'ád). (Reyes1 8,48) "Y elevarán plegaria a Tí" ("vehitpalelú Eléja") los sabios, los que comprenden que todo proviene de lo Alto, y que (Ec. 7,12) "la sabiduría dará vida a quienes la poseen" ("hajojmáh tejaiéh ba'aléha"), porque se apegará a los sabios y salvará el sabio mismo su alma, caminando el camino de Hashém para hacer tsedakáh y justicia todos los días de su vida.


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