יום שני, 7 בדצמבר 2015

Mikéts, aliah de martes, tifEret en la semana

Mikéts, aliah de martes, tifEret en la semana. Bereshit-Gen. 41,41: "Y dirá Faraón a Ioséf: Ve, te he dado-puesto a tí sobre toda la tierra de Mitsráim".
Faraón comprende bien que el hombre que sabe identificar el problema y verlo en detalle, es el más apto para conducir a su solución. Lejos de él comprender lo que realmente está ocurriendo aquí, por supervisión directa y de caminos sorprendentes de lo Alto, al servicio de la enmienda que deberán pasar las tribus de Israel para recibir la Toráh, e incidir con Luz renovada en el mundo. En este contexto, "y dirá Faraón a Ioséf" ("vaióMer par'óh El ioséf" = 799) viene a expresar que se trata de lo (Devarim-Deut. 4,40) "que yo te ordeno hoy" ("Ashér Anojí metsavjá haióm"), porque de hecho toda la concatenación de acontecimientos extraños es conducida directamente de lo Alto, y el momento presente abrirá una cadena de causas y consecuencias a cuyo término todo Israel estarán (Crón.2 20,27) "en felicidad, pues les alegró Hashém" ("besimjáh ki simjám Hashém"), en felicidad cuya raíz se halla en la conciencia de divinidad, clara para todos. La personalidad del pueblo egipcio va a mudar de modo radical (o se va a revelar lo que se ocultaba bajo su cordialidad inicial); y sobre ésto aclara Faraón: "Ve, te he dado-puesto a tí sobre toda la tierra de Mitsráim" ("reEh natáti Otjá 'al kól Erets mitsráim" = 2308), para que [Tehilim 2,9] "los conduzcas-pastorees con báculo de hierro, como herramienta de creación quiébralos", para que sean dignos de servir a Israel tanto cuando ellos desciendan a Mitsráim para expiar y fermentar como nación, y también cuando se eleven nuevamente de retorno hasta Hashém.
Hay una suerte de renunciamiento general en su decir "ve (de "ver"), te he puesto a tí" ("reEh natáti Otjá" = 1487), como que comprende Faraón que ambos están siendo conducidos más allá de su comprensión, que lo que sucede ahora se hará comprensible sólo a la luz de consecuencias de sus consecuencias que se hallan aún muy lejos de llegar; como comprenderá algo quien vea a Rut la Moabita subiendo en medio de la miseria a la tierra de Israel con su suegra, y muy distinto comprenderá quien sepa que entonces por Boáz fue desposada, [Crón.1 2,12] "y Boáz procreó a 'Ovéd, y 'Ovéd procreó a Ishái", de quien el rey David y toda la dinastía real hasta el mashíaj mismo, pronto en nuestros días, Amén, sea así Su voluntad.  
Como que esta generación determinará el destino de Mitsráim: el pueblo, que es sometido a grave presión económica, se revelará a la postre en extremo cruel, hasta el punto en que (Tehilim 77,19) "se enfureció y hará mucho ruido la tierra" ("ragzáh vatir'ásh haArets") por su maldad. Y nuevamente se levantará, (Daniel 2,2) "y ordenará el rey llamar a los adivinos y hechiceros" ("vaióMer hamélej likró lajartumím velaAshafím") y nuevamente no podrán serle de ayuda, pues habrá oído Hashém (Is. 37,21) "que has orado a mí" ("Ashér hitpalálta Elái"), (Ez. 30,24) "y pondré mi espada" ("venatáti Et jarbí") para salvar a Israel, para que evoquéis siempre que (Jue. 6,8) "yo os elevé a vosotros de Mitsráim" ("Anojí he'eléiti Etjém mimitsráim"), y gracias a esa evocación aprenderéis verdad (Nej. 13,3) "cuando escuchéis la Toráh" ("keshom'ám Et hatoráh"), y la ejerceréis en vuestro oficio fiel de (Reyes1 12,5) "la guardia-disciplina de la casa del rey" ("mishméret béit hamélej"); pues todo lo que enmendado con redención y con verdad y con servicio le es connatural el escudo divino que ordena: (Crón.1 22,13) "¡no temas y no tiembles!" ("Al tirá veló teját"), pues cuando mi hijo clame, (Shemot-Ex. 22,22) "atender atenderé su grito" ("shamó'a Eshmá' tsa'akató"), y le valdrá por mérito el que corresponde [Tehilim 35,1] "a David: lucha Hashém a mis contendientes, batalla a mis agresores".
Ioséf recibe de "Faraón" ("par'óh" = 355), que es en realidad del "Creador del mundo" ("boré 'olám"), majestad y reinado "sobre toda la tierra de Mitsráim" ("'al kól Erets mitsráim" = 821), y al ángel a cargo de Mitsráim en los cielos prometerá (Jue. 20,28) "que mañana lo daré en tu mano" ("ki majár Etnénu beiadéja"), que Israel le será sometido, y ésta es la prueba en que Mitsráim podría salvarse a sí mismo si se condujera con ética y moral, o fracasar y caer, por haber oprimido al pueblo (Devarim-Deut. 12,18) "que elegirá Hashém tu E-lokím en él" ("Ashér ivjár Hashém E-lokéja bó"); y Hashém (Tehilim 10,11) "ocultó su rostro" ("hestír panáv") de Faraón y de Mitsráim, y puso autoridad y majestad en manos de Ioséf, para dar cumplimiento a sus sueños que soñó. Y las vidas de todo Israel serán prósperas y plenas al inicio, hasta que la próxima generación de Mitsráim someta a Israel a una esclavitud monstruosa, y desde la oscuridad gritarán a Hashém, y a la hora de la redención será como que les gritan (Ioel 1,5) "despertad, borrachos, y llorad" ("hakítsu shikorím uvjú"), ved propia y genuinamente qué hay en vuestras manos, pues desde (Hos. 4,16) "ahora les conducirá-pastoreará Hashém" ("'atáh ir'ém Hashém"), (Cantar 3,10) "cuyo interior es una continuidad de amor" ("tojó ratsúf Ahaváh"), y verán los pueblos todos la acción del Creador; (Shemot-Ex. 18,9) "y se alegrará Itró por todo lo bueno" ("vaíjad itró 'al kól hatováh"). Y vendrá incluso él, que fuera sacerdote de todas las idolatrías, con coraje auténtico reconocido que hubo la verdad, y pedirá incorporarse al pacto del camino de Hashém, que es amor investido en caridad y justicia; y será pronto que ascenderán todos los pueblos y naciones a rendirse ante Hashém que revela su gueUláh, que revela Ierushaláim.



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