יום שבת, 1 באוגוסט 2015

Ekev, aliah de domingo, Jesed en la semana

Ekev, aliah de domingo, Jesed en la semana. Devarim-Deut. 7,17: "Si dirás en tu corazón: mayores (más fuertes, más numerosos) son los pueblos éstos que yo; ¿cómo podré reemplazarlos (en mi tierra)?".
A punto de ingresar a la tierra de Israel, de pronto, la idea de librar guerras contra los pueblos que se apropiaron de lo tuyo, te llena de pavor. Entiéndase el estudio que sigue, también en su proyección sobre la experiencia individual, cuando hay que abordar un gran desafío que dará lugar a un cambio maravilloso en tu vida, y de pronto, lo dicho: te llenas de pavor.
El verso completo "Si dirás en tu corazón: mayores son los pueblos éstos que yo; ¿cómo podré reemplazarlos?" habla, en su valor 1908, de la tentación insana de la depresión, la decepción, la claudicación; como si apagar la idea y sueño de redención pudiera traer paz al corazón; su valor lo conecta con lo que dijeron también el pueblo que salieron con milagros y portentos de la servidumbre a la libertad: (Shemot-Ex. 14,12) "Y serviremos a Mitsráim, porque es bueno para nosotros servir a Mitsráim" ("vena'avdáh Et mitsráim ki tov lánu 'avód Et mitsráim") ¡¡¡!!!. La contraparte, la posibilidad opuesta, es clara y luminosa: "porque es bueno para nosotros servir a Mitsráim" ("ki tov lánu 'avód Et mitsráim" = 990) se enfrenta "mashíaj ben david mashíaj ben ioséf" ambos juntos y en equipo, como "Rey de reyes de los reyes el Sagrado Bendito Es" ("mélej maljéi hamlajím hakadósh barúj hú", al decir de Akaviáh ben MehalalEl en la mishnáh Avót 3,1). Y sólo elegir bien necesitamos, a cada instante, incluso en las expresiones más íntimas, tal como veremos a continuación.
"Si dirás en tu corazón". ¿Qué es en realidad algo que se dice en el corazón? Es un pensamiento que sale al camino para hallar expresión de tí en adelante. Algo que desciende de la mente al corazón y se fija en tu conciencia, de modo tal que nosotros, desde el propio pensamiento, le invitamos a acontecer. Entonces, "dirás en tu corazón" ("toMár bilvavjá" = 697), y (Bamidbar-Num. 30,3) "como todo lo que sale de su boca, se hará" ("kejól haiotsé mipív ie'aséh", cambiando la puntuación de ia'aseh-hará por ie'aséh: se hará): todo aquéllo a lo que se aferre el pensamiento, se hará real de algún modo en la realidad de quien lo piensa. Por tanto, si dirás en tu corazón que tu enemigo es mayor que tú, aún si de verdad eso está lejos de ser cierto, tu pensamiento se probará a sí mismo a través de tu propio desempeño en la guerra (a modo de la llamada profecía autocumplida). Y siempre es posible retornar del error por medio de volvernos (al decir de Ramba"m, halajót de Talmud Torah cap.1) "anciano: ese que adquirió sabiduría" ("zakén, zeh shekanáh jojmáh").
Y hay aún otra falacia o auto-trampa en el camino: tu impresión de que "mayores son los pueblos éstos que yo" ("rabím hagoím haEleh miméni" = 497), puede despertar en tí un miedo que te paralice, que te impida conquistar tu tierra; pero si es dicho -como ocurrió tantas veces en la historia de Israel- respecto de los pueblos en cuyo seno residimos, el llamado dentro de tí será (Bamidbar-Num. 24,11) "escápate a tu lugar", como en los motivos de la iniciativa de "Biniamín ZeEv Hertsl" (el nombre hebreo de Teodoro Herzl, fundador del movimiento sionista, que también vale 497). Y éste, el del escape, la huida, es justamente el punto negativo, el fundamento del pensamiento erróneo en su doctrina; y hemos abundado al respecto en otros contextos.
Entonces, conviene abrir los ojos: "Si dirás en tu corazón: mayores son los pueblos éstos que yo" ("ki toMár bilvavéja rabím hagoím haEleh miméni" = 1124) te enfrentarás a la advertencia del profeta que dijo: [Najum 1,11] "De tí saldrá el-que-piensa sobre Hashém maldad, el consejero que desconoce lo Alto": que de dentro nuestro, de nuestro corazón, saldrá la voz que no pone su seguridad en Hashém y aconseja sin atender a lo Alto, viendo únicamente y con gran seriedad a la expresión y no al acontecimiento, a la sombra de la realidad y no a lo que en ella se dibuja.
Entonces dirás "¿cómo podré..." ("Eijáh Ujál" = 93) y responderás que con (Bamidbar-Num. 1,3) "ejército" ("tsavá"); y sólo para "... reemplazarlos?" ("lehorishám" = 591): sabe que sólo si te sientes completo en que (Bereshit-Gen. 47,4) "a residir en la tierra (de Israel) vinimos" ("lagúr baArets báNu") en nombre de (Vaikrá-Lev. 21,8) "Yo Hashém que os Consagro" ("Aní Hashém mekadishjém"), que nos singularizó (Reyes2 11,17) "para ser un pueblo" ("lihiót le'ám", paradigma de pueblo) que (Ec. 8,5) "no conocerá nada malo" ("ló iedá' davár rá'"), en solidaridad y fraternidad. Entonces te responderás "podré reemplazarlos" ("Ujál lehorishám" = 684), (Bereshit-Gen. 32,27) "porque subió el alba" ("ki 'aláh hashájar"), (Shemot-Ex. 34,4) "como Ordenó Hashém" ("kaAshér tsiváh Hashém"); y estarás ciertamente construyendo gueUláh-redención, de modo digno y ejemplar.

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