Behaalotjá, aliah de lunes, Guevurah en la semana. Bamidbar-Num. 9,26: "Y servirá a sus hermanos en el templo, cuidando-preparando el orden (del oficio sagrado), y trabajo (de elevar ofrendas) no trabajará; así harás a los levitas en sus ocupaciones".
Y el leví que está listo a ocupar su sitio en la enmienda de la creación, conoce el campo que le toca trabajar, "y servirá a sus hermanos en el templo, cuidando-preparando el orden (del oficio sagrado), y trabajo (de elevar ofrendas) no trabajará; así harás a los levitas en sus ocupaciones" -nuestro verso entero, con valor 5202-, pues si no fueren estrictos en concentrarse en su misión por no saber cada quien el rango de su capacidad de influencia, [Shemot-Ex. 5,21] "y les dirán: verá Hashém y juzgará, que corrompisteis nuestro aroma a ojos de Faraón y a ojos de sus súbditos, y disteis espada en sus manos para matarnos"; porque el esfuerzo de manos sin el corazón presente, o la intención del corazón que se detiene a manos de un miedo inicuo antes de manifestarse en acción, harán que se retire la luz del despertar sagrado todo, y acaso conduzca a las potencias de sacralidad a los campos oscuros, no lo quiera Hashém.
El levita será asignado entonces al cuidado-preparación del oficio sagrado; él dispondrá y preparará todo lo necesario para la elevación de las ofrendas, "y trabajo no trabajará" ("ve'avodáh ló ia'avód" = 204), que las ofrendas mismas él no las elevará sobre el altar, pues cuando descienda fuego desde el firmamento para devorar el sacrificio de sobre el altar, se revelará a ojos de todos que todo proviene de Hashém, puesto que (Bereshit-Gen. 39,23) "Hashém pone éxito" ("Hashém matslíaj") en el orden de la expiación a manos del cohén-sacerdote y en manos de (Bereshit-Gen. 46,7) "sus hijos, y los hijos de sus hijos" ("banáv ubnéi banáv") exclusivamente, y el cohén se esforzará en ser (Is. 29,21) "justo sagrado" ("tsadík") en sus días, y cuidará con (Zac. 1,14) "gran celo" ("kinAh gdoláh") de la precisión y la intención que pone en su labor, tal como (Is. 42,21) "Hashém ama" ("Hashém jaféts"); así en cada (Shemot-Ex. 17,16) "generación" ("dór"), el cohén (Job 27,14) "y sus descendientes" ("vetseEtsaAv"), y reconocerá cada uno frente a sus hermanos que (Prov. 3,13) "halló sabiduría" ("matsá jojmáh") únicamente porque (Tehilim 56,2) "me agració E-lokím" ("janáni E-lokím"), y no me puso entre (Crón.1 5,18) "los que salen a la milicia-batalla" ("iotsEi tsavá") sino entre los que se ocupan de atraer a manos de la milicia la victoria desde lo Alto.
Porque no sólo que "así harás a los levitas en sus ocupaciones" ("kájah ta'aséh laleviím bemishmerotám" = 1958), sino que aprenderás de aquí a disponer la función sagrada de cada quien de acuerdo a las habilidades y herramientas con que cuenta, en el marco de la misión que le toca: [Devarim-Deut. 31,1] "E irá Moshéh, y hablará todas estas palabras a todo Israel". Que sólo se ocupe cada quien en lo que hace a la finalidad de su propia enmienda sobre la tierra; y si dejan caer la distribución del trabajo a manos del instinto y la riqueza y la fuerza, al modo de que el más fuerte o violento gana (kol deAlím gavár, extremo que explica la guemará en Guitín 60b), e incluso el sacerdocio se entregará a manos del poderoso, entonces la máquina no funcionará para la finalidad con que fue creada, y resultará [Jer. 4,22] "que insensato es mi pueblo, a mí no me conocen; hijos necios son, y no inteligentes; sabios son para el mal, y hacer el bien no supieron", [Sam.2 13,36] "y será cuando termine de hablar, y he que los hijos del rey vinieron y elevarán sus voces, y llorarán; y también el rey, y todos sus siervos, lloraron un llanto muy grande". Pues los órdenes del mundo que grabó Hashém en la carne de la creación, determinan que [Prov. 10,5] "acumula en el verano, el hijo inteligente; se duerme en la cosecha, el hijo que avergüenza": hay una oportunidad para cada cuestión, y un responsable por cada función, pues fuiste creado [Tehilim 67,3] "para conocer en la tierra tu camino, en todos los pueblos tu redención", y a entregar tu corazón a la enmienda de tu mundo fuiste conjurado, y allí, justo allí, es el foco en que incidirá de modo relevante tu libre albedrío; puesto que todo está en manos de lo Alto salvo el temor-sumisión a lo Alto (como explica rabí Janína en la guemará Meguiláh 25a), incluso la renovación del ánima de vida en quien ya murió, que [Ez. 37,5] "así habló Hashém E-lokím a los huesos éstos: Hé que yo traigo en vosotros espíritu, y viviréis". Y cuánto más, ¿no devolverá y reforzará el espíritu y el sustento y la longevidad en bien a la que venga con pureza y sacralidad, desde la humildad y el amor se dirija a E-l en plegaria, y toda su acción de bien en sus manos? (Ester 2,17) "Y despertó gracia y bondad ante él, (más) que todas las doncellas". [Bereshit-Gen. 22,15] "Y llamará el ángel de Hashém a Avrahám, por segunda vez, desde los cielos": que la cualidad del Jesed-piedad será llamada a despertar sobre el hombre, para convertir el luto en alegría, para hacer desaparecer el miedo de frente a la potencia del amor.
Y con inocencia íntegra, como todos, caminará el leví ante Hashém, "y servirá a sus hermanos en el templo, cuidando-preparando el orden (del oficio sagrado), y trabajo (de elevar ofrendas) no trabajará" ("vesherét Et Ejáv beOhel mo'éd lishmór mishmáret ve'avodáh ló ia'avód" = 3244), y ve que has sido advertido: [Ec. 7,16] "no seas tsadík-justo mucho (demasiado), y no te llenes de sabiduría más (de la medida). ¿Para qué te quedarás perplejo (luego)?", que no atravieses el cerco de la mitsváh, que no pretendas ir más allá de donde aprendes del Creador que es justo (que no estires la medida de tu misericordia hasta apiadarte de los crueles, y así), y no te dejes seducir por sabidurías que tu entendimiento no alcanza, pues todo ello te traerá a la postre a la perplejidad, la afasia, por vía de preocupación y tristeza; sino solamente reflexiona y medita en cuanto a las herramientas y habilidades y comprensiones que puso Hashém en tí, y en ellas conságrate, para obrar en la obra de redención para tu mundo.
Y el leví que está listo a ocupar su sitio en la enmienda de la creación, conoce el campo que le toca trabajar, "y servirá a sus hermanos en el templo, cuidando-preparando el orden (del oficio sagrado), y trabajo (de elevar ofrendas) no trabajará; así harás a los levitas en sus ocupaciones" -nuestro verso entero, con valor 5202-, pues si no fueren estrictos en concentrarse en su misión por no saber cada quien el rango de su capacidad de influencia, [Shemot-Ex. 5,21] "y les dirán: verá Hashém y juzgará, que corrompisteis nuestro aroma a ojos de Faraón y a ojos de sus súbditos, y disteis espada en sus manos para matarnos"; porque el esfuerzo de manos sin el corazón presente, o la intención del corazón que se detiene a manos de un miedo inicuo antes de manifestarse en acción, harán que se retire la luz del despertar sagrado todo, y acaso conduzca a las potencias de sacralidad a los campos oscuros, no lo quiera Hashém.
El levita será asignado entonces al cuidado-preparación del oficio sagrado; él dispondrá y preparará todo lo necesario para la elevación de las ofrendas, "y trabajo no trabajará" ("ve'avodáh ló ia'avód" = 204), que las ofrendas mismas él no las elevará sobre el altar, pues cuando descienda fuego desde el firmamento para devorar el sacrificio de sobre el altar, se revelará a ojos de todos que todo proviene de Hashém, puesto que (Bereshit-Gen. 39,23) "Hashém pone éxito" ("Hashém matslíaj") en el orden de la expiación a manos del cohén-sacerdote y en manos de (Bereshit-Gen. 46,7) "sus hijos, y los hijos de sus hijos" ("banáv ubnéi banáv") exclusivamente, y el cohén se esforzará en ser (Is. 29,21) "justo sagrado" ("tsadík") en sus días, y cuidará con (Zac. 1,14) "gran celo" ("kinAh gdoláh") de la precisión y la intención que pone en su labor, tal como (Is. 42,21) "Hashém ama" ("Hashém jaféts"); así en cada (Shemot-Ex. 17,16) "generación" ("dór"), el cohén (Job 27,14) "y sus descendientes" ("vetseEtsaAv"), y reconocerá cada uno frente a sus hermanos que (Prov. 3,13) "halló sabiduría" ("matsá jojmáh") únicamente porque (Tehilim 56,2) "me agració E-lokím" ("janáni E-lokím"), y no me puso entre (Crón.1 5,18) "los que salen a la milicia-batalla" ("iotsEi tsavá") sino entre los que se ocupan de atraer a manos de la milicia la victoria desde lo Alto.
Porque no sólo que "así harás a los levitas en sus ocupaciones" ("kájah ta'aséh laleviím bemishmerotám" = 1958), sino que aprenderás de aquí a disponer la función sagrada de cada quien de acuerdo a las habilidades y herramientas con que cuenta, en el marco de la misión que le toca: [Devarim-Deut. 31,1] "E irá Moshéh, y hablará todas estas palabras a todo Israel". Que sólo se ocupe cada quien en lo que hace a la finalidad de su propia enmienda sobre la tierra; y si dejan caer la distribución del trabajo a manos del instinto y la riqueza y la fuerza, al modo de que el más fuerte o violento gana (kol deAlím gavár, extremo que explica la guemará en Guitín 60b), e incluso el sacerdocio se entregará a manos del poderoso, entonces la máquina no funcionará para la finalidad con que fue creada, y resultará [Jer. 4,22] "que insensato es mi pueblo, a mí no me conocen; hijos necios son, y no inteligentes; sabios son para el mal, y hacer el bien no supieron", [Sam.2 13,36] "y será cuando termine de hablar, y he que los hijos del rey vinieron y elevarán sus voces, y llorarán; y también el rey, y todos sus siervos, lloraron un llanto muy grande". Pues los órdenes del mundo que grabó Hashém en la carne de la creación, determinan que [Prov. 10,5] "acumula en el verano, el hijo inteligente; se duerme en la cosecha, el hijo que avergüenza": hay una oportunidad para cada cuestión, y un responsable por cada función, pues fuiste creado [Tehilim 67,3] "para conocer en la tierra tu camino, en todos los pueblos tu redención", y a entregar tu corazón a la enmienda de tu mundo fuiste conjurado, y allí, justo allí, es el foco en que incidirá de modo relevante tu libre albedrío; puesto que todo está en manos de lo Alto salvo el temor-sumisión a lo Alto (como explica rabí Janína en la guemará Meguiláh 25a), incluso la renovación del ánima de vida en quien ya murió, que [Ez. 37,5] "así habló Hashém E-lokím a los huesos éstos: Hé que yo traigo en vosotros espíritu, y viviréis". Y cuánto más, ¿no devolverá y reforzará el espíritu y el sustento y la longevidad en bien a la que venga con pureza y sacralidad, desde la humildad y el amor se dirija a E-l en plegaria, y toda su acción de bien en sus manos? (Ester 2,17) "Y despertó gracia y bondad ante él, (más) que todas las doncellas". [Bereshit-Gen. 22,15] "Y llamará el ángel de Hashém a Avrahám, por segunda vez, desde los cielos": que la cualidad del Jesed-piedad será llamada a despertar sobre el hombre, para convertir el luto en alegría, para hacer desaparecer el miedo de frente a la potencia del amor.
Y con inocencia íntegra, como todos, caminará el leví ante Hashém, "y servirá a sus hermanos en el templo, cuidando-preparando el orden (del oficio sagrado), y trabajo (de elevar ofrendas) no trabajará" ("vesherét Et Ejáv beOhel mo'éd lishmór mishmáret ve'avodáh ló ia'avód" = 3244), y ve que has sido advertido: [Ec. 7,16] "no seas tsadík-justo mucho (demasiado), y no te llenes de sabiduría más (de la medida). ¿Para qué te quedarás perplejo (luego)?", que no atravieses el cerco de la mitsváh, que no pretendas ir más allá de donde aprendes del Creador que es justo (que no estires la medida de tu misericordia hasta apiadarte de los crueles, y así), y no te dejes seducir por sabidurías que tu entendimiento no alcanza, pues todo ello te traerá a la postre a la perplejidad, la afasia, por vía de preocupación y tristeza; sino solamente reflexiona y medita en cuanto a las herramientas y habilidades y comprensiones que puso Hashém en tí, y en ellas conságrate, para obrar en la obra de redención para tu mundo.
